#Totara TXP

Imagina un mundo sin elearning

11 de abril de 2016
4 min

Imagina un mundo sin e-learning. ¿Cómo sería? Puede que para muchos de nosotros no sea tan difícil porque en nuestra época de colegio aún no existía. ¿Recuerdas cómo eran las clases cuando eras joven? ¿Cómo aprendías nuevas cosas? ¿Qué tipos de cursos realizabas?

Desde que hace unos años el elearning ya forma parte de nuestra realidad, y hemos podido ir recogiendo sus beneficios, es fácil olvidar como nos formábamos antes de que apareciera. Así que, con un poco de humor, vamos a recordar cómo era esto de un mundo sin e-learning.

 

Papeles. Pilas y pilas de papeles

 

Durante la universidad, antes de que el elearning fuera una opción, gastábamos mucho dinero en comprar libros de texto. Después, en el trabajo, gastábamos cantidad de papel para imprimir instrucciones para los empleados acerca de cómo realizar las tareas. Hoy en día, gracias al elearning tenemos menos papel a nuestro alrededor y, esperemos, algunos árboles más en la naturaleza.

 

Limitaciones geográficas

 

Muchas veces, cuando había un nuevo curso al que querías asistir era fuera de tu ciudad, o en otra parte del mundo, y solo tenías dos opciones: o comprar un billete para viajar o quedarte sin asistir a la formación. La evolución del elearning ha borrado los límites geográficos. Ahora, con una conexión a internet los alumnos pueden acceder al mismo contenido elearning desde cualquier sitio.

 

Altos costes

 

Los billetes de autobús, tren y avión pueden llegar a ser muy caros. También los hoteles, centros de conferencias y todos los costes asociados con la formación presencial. La llegada del elearning ayudó a los equipos de formación y desarrollo a manejar mejor sus presupuestos gracias a la creación de contenido que no necesita un lugar físico o un profesor. Desde que el elearning se hizo un lugar en nuestras vidas “solo” tenemos que considerar los gastos que supone su desarrollo.

 

Diálogo cara a cara

 

Si bien la tecnología ha ayudado mucho a cambiar la forma en que la formación era entregada, hay una cosa que no puede substituir: la interacción humana. Los alumnos obtienen una gran cantidad de conocimiento e información a través de los cursos online, pero a veces el valor de poder conectar con un instructor, entrenador, compañero o mentor para hablar de algún tema no puede ser substituido. Este es el momento en el que el blended learning tiene más sentido y permite a los diseñadores sacar provecho de aquello que tanto el elearning como la formación presencial nos pueden aportar.

 

Haz este ejercicio

 

Cuando tu ordenador se estropea o un cliente te pide cambios en un curso online o cuando estás intentando publicar un contenido a través de un LMS poco amigable… piensa en cómo sería si tuvieras que imprimir miles de copias de un módulo, buscar un presupuesto para que 50 personas pudieran viajar en avión para asistir a una sesión formativa o imagínate que tuvieras que caminar una calle cuesta arriba para llegar al curso.

 

Imagina un mundo sin e-learning y puede que así todos los problemas tecnológicos que tienes que afrontar diariamente ya no te parezcan tan malos.

 

Texto original: eLearning Brothers
Traducción y adaptación: Actua Solutions